jueves, 21 de septiembre de 2006

Demasiados reyes cuervos



Os presento uno de los éxitos editoriales de la pasada temporada el libro Johnatan Strange y el Señor Norell, que tiene como figura etérea y persistente (que al final nunca aparece) a un tal Rey Cuervo.

La novela, que aun no me he leido pero que cuenta con muy buenas críticas, tiene en si misma un regustillo a Ars Magica post-moderna o a Mago decimonónico que no veas. En plena época napoleónica, dos eruditos ingleses buscan resucitar la magia y que esta regrese al mundo, descubriendo una historia paralela de Inglaterra donde la magia estaba presente, y blablabla... En el libro, el Rey Cuervo no es un hada oscura como el archivillano de la historia de Montedemo, sino el mago mas poderoso de Inglaterra.

En efecto, no tienen nada que ver y yo ahora mismo no recuerdo a a santo de qué se me ocurrió tal nombre para nuestro etéreo archivillano; supongo que la sobreabundancia de córvidos en la Serranía, la existencia de un río llamado Cuervo con un espectacular nacimiento, y alguna cancioncilla siniestra inspirarían el personaje. Pero no me gusta nada que se solapen términos, y dado que Susana Clarke -la buena señora que ha escrito el bonito libro- lo ha patentado mucho antes -para eso trabaja y se lo curra, no como yo... Pues habra que darle a ella la preferencia y que use su Rey Cuervo con exclusividad. Aunque, porque desde personajes de videojuegos, grupos de rock gótico españoles e internacionales e incluso luchadores mexicanos de lucha libre han usado ese nombre con anterioridad. Pero no me hace gracia que cualquiera que lea la crónica pueda pensar que nuestro Rey Cuervo ha surgido como homenaje o influencia de este reciente librito.

En mi Rey Cuervo refundí varias leyendas referentes al cuervo como animal simbólico que había leido anteriormente y que le daban un cierto regustillo de angel caido, al cual le daba pinceladas del Jareth de Laberinto... combinación que me ponía mucho. Mas tarde me enteré que El Rey Cuervo es uno de los cuentos de los hermanos Grimm -relato que jamás he podido leer por mucho que he rastreado todas las recopilaciones suyas que he localizado en bibliotecas... Y era mi idea refundir mi Rey Cuervo con el del antiguo cuento alemán, para darle mas solera que la creación posterior de Susana Clarke. Pero como la figura original del Rey Cuervo, no la he llegado a conocer... pues al final me abstengo de remontarle a tan rancion abolengo.

Por la misma razón, Susana Clarke tampoco ha sido muy original y ella también ha creado a su Rey Cuervo, habiendo una figura anterior que ya llevaba tal nombre. Podría llamar a mi Rey Cuervo, simplemente "el Cuervo" pero entonces el cachondeo estaría con Brandon Lee...

En fin, que no se qué hacer y así solicito vuestra ayuda (que al final será la de Rubén porque el resto ni lee, ni escribe ;op además que presiento lo que me va a decir...

Salutem & dilectionem

2 comentarios:

Lord Edgar R. Crossbower dijo...

Amos a ver...
Tú que eres bibliopedófilo de esos, ¿por qué no trasladar el nombre del personaje a otro idioma, como el árabe ya que la zona fue musulmana anteriormente, y que el Rey Cuervo acabe llamándose ملك غراب, que es lo mismo pero tal y como lo llamaban los habitantes de la zona antes de la llegada de los magos a Montedemo (no sé si la cronología se corresponde, es decir, si los 4 hermanos crearon la torre antes de la invasión musulmana de la península o después...) o llamarlo Señor Cuervo o Seid Cuervo o Califa Cuervo o algún cargo que represente autoridad pero dentro del mundo musulmán. NO sé, a lo mejor es una parida, pero podría funcionar.

El Nigromante dijo...

No es mala idea, darle al Rey Cuervo mas aspecto de jinn o efreet (sin que por eso nos recuerde al genio gay de Aladdin) aunque el transfondo cultural mas antiguo de la serranía es el celtíbero, al que realmente quería acudir. Otra cosa es tomar esa raiz celtibérica y revestirla con ornamentos arábigos.