domingo, 21 de octubre de 2007

El Retorno de los Monstruos VI: ¡El Fin de Fiesta!

Bueno y vamos con el último episodio epico-narrativo de la pasada Fiesta Gótico-Gay-Decadente-Travesti-Electroclash

Lástima que no hubiera testimonios gráficos para el momento en el que sonó el Himno, y no digo el Himno de República, sino el verdadero y único himno, que a falta de otro documento gráfico o sonoro, ilustro audio-visualmente... Karina, cariño, canta:



Y bueno a ritmo de Karina, Baby Horror, Marisol, L-Kan, El Titi, Chico y Chica, las Scissors Sisters, Putilatex, Franz Ferdinand o Cristinita Percances (nuestros sinceros agradecimientos a todos ellos) la fiesta fue llegando al momento culminante. Y no sería ni gótico ni gay si no se ofreciera a los Dioses, en especial al Dios Hindú del Amorrr que nos honró con su presencia- el sacrificio de una Vírgen.

Y como todas somos ya muy putas -si Paqüito, tu también, que y tuviste tu momento flauta, hace años ya... -Pues la Vírgen que ofrecimos en sacrificio fue la feliz e inocente... ¡SANDRITA!
Ay, pobrecita, que poco tiempo le quedaba a su inocencia en el momento de esta foto...










Por supuesto, la víctima fue convenientemente aleccionada y fue otra iniciada Paqüita la que logró atraerla definitivamente al lado oscuro, o rosa, o lo que sea... Miren a Sandrita, totalmente dispuesta y entregada a Paqüita.













Madre mía si Antoñita la Rubia hubiera visto esta escena, menos mal que estaba en Cuenca, que si no tenemos baño de sangre... Si es que Paqüita es la mejor, seduciendo a jovencitas imberbes y andróginas.

Y fue tal la deshinibición que experimentó nuestra Sandrita, que miren como se lanzaba a los labios de su hermana la Rowinna, ahhg, ¡incesto! ¡contubernio! qué asco, qué horror, qué... mmmmmmmmmmm, me pone...













Pero lo mejor estaba aun por llegar, y por fin aconteció, la víctima fue tendida en el mullido altar de los sacrificios anales y allí entregada a la lascivia mas antinatural, al pecado más nefando, al vicio mas regustoso:Si, sí, goza perra, ¡mira a la cámara!

Y finalmente, como en todas nuestras fiestas épico-gay-decadentes-porno-clash-yéyé no podía faltar, a modo de colofón la famosa escena del sofá. Claro que las infraestructuras de mi nueva casa, adaptadas a la fiesta, habían eliminado por completo tales enseres , pero afortunadamente, mis vecinos habían dispuesto un bonito sofá, diseño años 80 total, para la ocasión, así que montamos la escena del sofá, en plena calle, a las 5 y media de la mañana:

Y miren que apasionada la Sandrita... Y que cabrón la Parrilla, atandome las botas, si es que esta chica no sabe que hacer con sus manos si no tiene un vaso lleno...

Aquí aparezco ya con las botas atadas y Sandrita lanzando besos a su público, toda una starlett


Y así, con tanto amor y lascivia acabó nuestra bonita fiesta gótico-rave-gay-friki-fashion, tomándonos un buen plato de harira calentita, de esa que limpia todos los conductos, purifica el alma y dilata los esfínteres, y nos fuimos a la cama no sin antes escuchar las sabias palabras de la tía Gonzalita recomendando a todo el mundo:


Hijas mías, ante todo sexo seguro, y a ser posible, con un poquito de cremita, que luego todo escuece....

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