Mi familia y otros animales
La verdad es que no se que tenemos mi madre y yo -y nuestras mascotas- para servir de inspiración a la literatura infantil. Debe haber mucho ilustrador cabrón por ahi suelto y si no mirad las ilustraciones y a quienes os recuerdan...
La que tengo a la derecha no es un retrato naïf de mi madre y con versión reptilesca de mi Sauroncito... pero muy bien podría serlo. Vamos que el ilustrador debió ser uno de los muchos guiris que van por Sella, vería a mi madre pegando brincos por el campo y diría.... ¡ya tengo modelo para la brujita wichiwichi, cambio el perro por el dragón y arreglado.
Probablemente llegaría al pueblo atraido por las lúgubres leyendas sobre la terrible bruja de Sella que camina por los montes acompañada de su sanguinario lobo negro (que ríete tú de la de Blair...) El caso es que la han sacado tan clavada que hasta en el trabajo me preguntaron si ese libro tenía algo que ver con mi madre.
Pero la admiración de los ilustradores infantiles por la familia Antón Sanchiz no acaba aquí, cual no fue mi sorpresa cuando el otro día cayó en mis manos otro libro donde los que salíamos eran el Mefi y yo. Vale que el mago no cuenta con mi belleza y sexapil -es mas bien una versión esotérica de Fernando Savater, pero algo de mi si que tiene -y su laboratorio bien parece un rinconcito de mi cuarto... Eso si, el gato, es clavadito a mi Mefistófeles.
El Chris Riddell ese me va a oir, que es eso de meterse en mi casa y fisgonear lo que hacemos el gato y yo? Que por cierto afición a los libros de magia, el Mefi si que ha cogido, ayer mismo le pillé tratando de roer la 3ª edición del Ars Magica... Se ganó un buen azote en el culete. Vamos que cuando lo vi mordisqueando la cubierta me vino un ataque de histéria cual el mago del dibujo...